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Van Wey, Metzler & Williams

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El elevado nivel de prueba en casos de emergencia en Texas

| Kay Van Wey

En Texas, la ley que rige los casos de negligencia médica relacionados con la atención de urgencia establece un mayor nivel de prueba para los demandantes. En los casos de urgencia, se les exige que demuestren "negligencia intencionada y gratuita" en lugar de la norma de negligencia ordinaria. Este cambio se introdujo en el marco de una reforma más amplia de la responsabilidad civil. Su objetivo era proteger a los profesionales sanitarios que trabajan en urgencias de lo que se consideraba una carga excesiva de litigios. Estas leyes fueron aparentemente impulsadas por las preocupaciones de la comunidad sanitaria. Sin embargo, es fundamental reconocer el impacto que tienen en la seguridad del paciente, sobre todo cuando se relaja la responsabilidad legal por la atención prestada en condiciones de emergencia.

Mayor rigor probatorio en las demandas por urgencias

Las fuerzas políticas detrás de la reforma de los sistemas de indemnización por daños y perjuicios y la preocupación por la seguridad de los pacientes

El impulso político a la reforma de la responsabilidad civil en Texas estuvo determinado en gran medida por los objetivos generales de reducir las demandas por negligencia y ayudar a las compañías de seguros a ahorrar dinero. Las partes interesadas esperaban conseguirlo dificultando a los pacientes la presentación de demandas contra profesionales sanitarios negligentes. A partir de 2003, los legisladores de Texas promulgaron reformas radicales. Entre ellas figuraba la imposición de un criterio de "negligencia dolosa y gratuita" en los casos de urgencias médicas. Se trataba de una parte fundamental de su estrategia para aumentar los beneficios de los profesionales sanitarios, sus aseguradoras e inversores.

Aunque estas leyes pretendían proteger a los profesionales sanitarios, es importante tener en cuenta el otro lado de la ecuación: la seguridad del paciente. Proteger a los profesionales sanitarios de la responsabilidad en casos de emergencia puede tener consecuencias imprevistas. Cuando los profesionales sanitarios saben que el nivel de exigencia para demostrar una negligencia es extraordinariamente alto, se corre el riesgo de socavar la responsabilidad. El sistema jurídico no sólo está diseñado para indemnizar a los pacientes lesionados, sino también para protegerlos contra la negligencia médica. Al elevar el umbral de responsabilidad, estos estatutos pueden reducir el incentivo para mantener los más altos estándares de atención. En concreto, porque el personal de urgencias sabe que es poco probable que se le considere responsable de nada que no sea una falta grave.

El criterio probatorio reforzado: La perspectiva del profesional sanitario

La justificación de la promulgación de esta norma de prueba más estricta se deriva en gran medida de la percepción de que los profesionales de los servicios de urgencias operan en circunstancias únicas y difíciles. Las salas de urgencias son entornos caóticos en los que deben tomarse decisiones rápidas, a menudo con historiales limitados o incompletos de los pacientes. Los médicos pueden no tener tiempo para realizar pruebas diagnósticas exhaustivas o consultar con los profesionales sanitarios habituales del paciente. Por consiguiente, los partidarios de esta ley argumentan que imponer a estos profesionales el mismo nivel de exigencia que a los que no atienden urgencias les coloca en una situación de desventaja. Además, les expone a un riesgo indebido de litigio.

Personal de urgencias altamente cualificado: La perspectiva de la seguridad del paciente

Los médicos de urgencias y demás personal de emergencias están capacitados para diagnosticar y tratar una amplia gama de problemas médicos en situaciones de gran presión. A pesar de los argumentos esgrimidos por los defensores de la reforma de la responsabilidad civil, es importante reconocer que se espera de estos profesionales de la medicina que se adhieran a las normas de atención conocidas y aceptadas . Reciben una formación rigurosa precisamente porque su trabajo exige una amplia base de conocimientos y la capacidad de tomar decisiones rápidas y con conocimiento de causa.

El argumento de que los médicos de urgencias están injustamente en desventaja debido a la falta de un historial completo del paciente pasa por alto el hecho de que esta es la naturaleza de la medicina de urgencias. Estos profesionales están formados para tratar con pacientes que pueden carecer de historial médico y estabilizarlos lo antes posible. Aunque el tiempo suele ser limitado, se espera que los profesionales de urgencias ejerzan una atención razonable, incluso en circunstancias difíciles.

El mayor nivel de exigencia de la prueba puede excusar comportamientos que deberían someterse a escrutinio. Incluso en situaciones de emergencia, los pacientes merecen recibir un trato competente. Por lo tanto, si se producen errores, no se les debe negar su derecho a reclamar justicia simplemente porque la atención tuvo lugar en un contexto de emergencia.

Las interpretaciones del Tribunal Supremo de Texas y el alcance de la protección de los cuidados de urgencia

El Tribunal Supremo de Texas ha interpretado la aplicación de esta norma reforzada en una serie de decisiones que han reforzado su amplio alcance.

En el caso Texas Health Presbyterian Hospital of Denton contra D.A., el Tribunal aclaró lo que constituye una "urgencia obstétrica". Así, lo interpretó como cualquier situación en la que sea necesaria una intervención médica inmediata para preservar la vida o la salud de la madre o del feto. Esta sentencia amplió el alcance del criterio de prueba reforzada, haciendo más difícil que los demandantes en emergencias obstétricas puedan exigir responsabilidades a los médicos.

Por lo tanto, es posible que el criterio de prueba reforzado se aplique a los casos en que una paciente haya recibido atención médica de urgencia en una unidad obstétrica, independientemente de que haya sido tratada en primer lugar en un servicio de urgencias.

Sin embargo, desde el punto de vista de la seguridad del paciente, la ampliación de esta norma suscita preocupación. Los médicos y enfermeros reciben formación especializada para tomar decisiones rápidas y acertadas en situaciones de emergencia obstétrica y de otro tipo. Sin embargo, las leyes actuales hacen recaer la carga de la prueba en los pacientes. Se espera de ellas que demuestren que la actuación del profesional fue más allá de la negligencia y alcanzó el nivel de "deliberada y gratuita". Esto es sumamente difícil de cumplir y en muchos casos deja sin recursos a los pacientes que sufren daños graves.

Excepciones a la norma reforzada: Responsabilizar a los proveedores

Existen excepciones críticas al criterio de prueba reforzado. Éstas contribuyen a garantizar que los profesionales sanitarios rindan cuentas en las circunstancias adecuadas. Una de estas excepciones surge cuando la propia negligencia del proveedor causó la emergencia en primer lugar. Por ejemplo, si un paciente llega sin una urgencia y se le administra un medicamento al que se sabe que es alérgico. Si el paciente sufrió un paro cardíaco debido a la reacción alérgica, no se aplica la norma reforzada. En tales casos, el demandante puede proceder con arreglo a la norma de negligencia tradicional. De este modo, resulta más fácil establecer la responsabilidad.

Una vez que la situación de emergencia se estabiliza, los profesionales sanitarios vuelven a la norma de atención ordinaria. Una vez resuelta la crisis inmediata, cualquier error o negligencia que se produzca mientras el médico sigue tratando al paciente se evalúa con arreglo a las normas habituales de mala praxis. Estas excepciones son salvaguardias fundamentales para evitar la inmunidad total del personal de urgencias. Sin embargo, también ponen de relieve lo difícil que puede ser para los pacientes tener éxito en las reclamaciones por negligencia médica en una sala de urgencias.

Extender la norma más allá de las urgencias

Este estatuto se aplica principalmente a la atención en urgencias, pero también afecta a otros entornos médicos. Entre ellos figuran la sala de operaciones y la atención obstétrica. En estos dos ámbitos se aplica la norma reforzada, que limita los recursos del paciente incluso cuando se producen lesiones graves.

El estatuto se extiende a la atención médica que se administra en una unidad obstétrica o en una sala quirúrgica. Sin embargo, sólo se aplica inmediatamente después de que el paciente haya sido evaluado o tratado en el servicio de urgencias del hospital.

En las urgencias obstétricas, es mucho lo que está en juego, ya que tanto la vida de la madre como la del niño pueden estar en peligro. La protección otorgada a los profesionales sanitarios en estos casos significa que los pacientes que sufren daños catastróficos pueden quedarse sin una indemnización adecuada.

En conclusión

El mayor nivel de exigencia probatoria en los casos de urgencias médicas se diseñó para proteger a los profesionales sanitarios que trabajan en entornos de gran presión. Sin embargo, ha creado importantes barreras para los pacientes que buscan justicia. El personal de urgencias, los cirujanos y los obstetras reciben una amplia formación para gestionar crisis de forma experta. Por lo tanto, su responsabilidad jurídica debe reflejar esa formación, incluso en los centros de urgencias. Al hacer más difícil que los demandantes prevalezcan, la ley corre el riesgo de reducir el énfasis en la seguridad del paciente. Además, debilita los incentivos para mantener un alto nivel de atención.

Los profesionales sanitarios deben atenerse a las normas de atención que se esperan de un profesional médico razonablemente prudente en circunstancias similares. Sin embargo, los médicos y el personal sanitario que trabajan en urgencias están exentos de responsabilidad a menos que sus actos u omisiones constituyan una negligencia deliberada y gratuita.

Para los pacientes que sufren daños evitables en una emergencia, navegar por estas complejas normas legales requiere abogados expertos en negligencia médica. Las complejidades de la ley hacen que sea fundamental contar con una representación legal bien informada. Sólo entonces, se pueden entender los matices de la norma de prueba intensificada y las limitadas excepciones disponibles. A pesar de los retos, nos esforzamos por responsabilizar a los médicos de urgencias y a otros profesionales sanitarios. Creemos firmemente que el paciente es lo primero y que la seguridad del paciente importa.

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